La artritis es una de las enfermedades más comunes, que afecta a perros y gatos de mediana y avanzada edad. Esto puede ser el origen de un dolor crónico, y afectar muy negativamente su calidad de vida. La artritis normalmente se da cuando una articulación es inestable. A la larga, este movimiento anormal va desgastando el cartílago de la articulación, y los huesos llegan a rozar entre si, provocando inflamación y dolor crónico. No obstante la artritis, o inflamación de las articulaciones puede estar provocada por muchas enfermedades.
Síntomas de artritis en perros y gatos.
Aunque hay muchos otros síntomas mas sutiles, el síntoma más claro de la artritis es la cojera. Cuando un perro o gato cojea sin una lesión o motivo aparente, lo más probable es que lo haga por artritis.
Otro indicio que puede ser significativo, es cuando vemos que los movimientos de nuestras mascotas se ralentizan, o no juegan tanto como solían y prefieren estar echados, seguramente por evitar el dolor.
Como los gatos suelen ser menos activos en casa, los síntomas se pueden revelar de manera diferente. Un gato con artritis, se podría empezar a hacer pis o caca fuera de su arenero. También podría pasar que nuestro gato se acicale o lama demasiado en una misma zona por molestias en la articulación.
Estos son sólo unos pocos síntomas que podemos notar de forma clara. No obstante, cualquier cambio en el estado de ánimo o comportamiento de tu mascota, debería ser estudiado por un veterinario.
Determinadas razas como el labrador retriever o el pastor alemán, suelen ser propensos a tener problemas con las articulaciones, por lo que una alimentación adecuada durante el crecimiento, toma un papel de suma importancia, para evitar así que el desarrollo del animal sea demasiado rápido, y pueda generar malformaciones en las articulaciones, y a la larga artritis.
Prevención y tratamiento de la artritis en perros y gatos.
La mejor manera de prevenir la artritis, es mantener a nuestros perros y gatos en un peso saludable. Esto reducirá el estrés que se localiza en las articulaciones durante el movimiento. Si nuestra mascota está pasada de peso, no estaría de más controlar su alimentación y variarla. Darles pienso sin cereales, rotando con alimentación natural, y sumándole algo de ejercicio o paseos largos diarios, suele ser suficiente para bajar esos kilos de más.
Otra buena opción es complementar la alimentación con suplementos o alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3 y 6. Esto ayudará a reducir los procesos inflamatorios en nuestros perros y gatos. Se suelen recomendar también en estos casos, piensos, o complementos alimenticios que contengan glucosamina y sulfato de condroitina, dos complementos que refuerzan el cartílago y las articulaciones.
Si los métodos anteriores no dan resultado, nuestro veterinario se empezará a plantear el uso de analgésicos y antiinflamatorios, para combatir el dolor y hacer la vida de nuestros perros y gatos lo más cómoda posible. No descartemos no obstante, la medicina natural, donde contamos con antiinflamatorios como el harpagofito, el mejillón de labio verde, etc, los cuales pueden funcionar muy bien y son mucho menos agresivos para el organismo.
Lo mejor en cualquier caso es la prevención, y no dejar que nuestros animales engorden, cuidando su nutrición y fomentando el juego y el ejercicio.
Fuente: www.petmd.com
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